Crear un logo consiste en articular la identidad de una marca en una imagen compacta y memorable. Comienza con una investigación exhaustiva para comprender la marca, su misión, valores y público objetivo. Esta comprensión informa el proceso creativo.

Luego, se pasa a la fase de concepto, donde se idean varias opciones de diseño que reflejen la personalidad y los objetivos de la marca. Estas ideas se desarrollan mediante bocetos y esquemas visuales.

Después, se refinan los conceptos seleccionados. Esto implica experimentar con tipografías, colores y formas para encontrar la combinación perfecta que comunique eficazmente el mensaje de la marca.

Finalmente, se presenta el logo al cliente para recibir comentarios e iteraciones. Se realizan ajustes basados en las preferencias del cliente hasta encontrar el diseño final que encapsule la identidad de la marca y transmita su mensaje de manera clara y poderosa.